"No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree". (Romanos 1:16)

junio 02, 2005

¿Qué descubre Martín Lutero?

En el periodo de la historia llamado Edad Media -u Oscurantismo- (siglo VI al siglo XV), la Palabra de Dios quedó restringida. Martín Lutero fue quien tuvo la posibilidad de divulgarla. A esta época se la llamó "La Reforma".

Lutero, al realizar un viaje a Roma, observó cómo procedía su iglesia a través de actitudes de contenido viciado. Por este motivo, comenzó a orar en pos de la Verdad Divina. A su regreso, decidió clavar en la puerta del templo que tenía a su cargo un escrito con 95 tesis que contenían su pensamiento, lo que le costó la excomunión.

Lo importante es que le fue revelada la diferencia entre la salvación por obras y la salvación por fe, a través del pasaje de Habacuc 2:4b: "Más el justo por su fe vivirá" (también en Romanos 1:17, Gálatas 3:11 y Hebreos 10:38).

Veamos la profundidad de esta Palabra Divina sobre "la justicia de Dios":
"Es la justicia de Dios -no la nuestra-, la que se revela en el evangelio" (Romanos 1:17a). Este “evangelio es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree" (Romanos 1: 16).

Vemos que en Romanos 1:17 dice: "En el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe". ¿Qué significa esto? "Por fe", del original griego "a partir de la fe" que Dios infunde en nosotros. La fe es la fuente y el fundamento de la revelación de la justicia de Dios (ver Romanos 12:2).

Ahora bien, "para fe" indica que la fe verdadera y genuina que Dios ha infundido en nosotros "recibe y contiene su justicia” . De este modo, la fe podrá verse en nosotros, que deberemos aferrarnos a Dios, de manera tal que vivamos por esta fe para seguir creciendo.

Que Su gracia esté con nosotros.

Roberto Del Savio.
Argentina.